Mi última aventura laboral me ha llevado a un proyecto de enfoque comercial en el ámbito educativo. En este proyecto me tocó escuchar algo que ya hace tiempo noté.

Una de las usuarias (o clientes, si así se quiere ver) señalaba que una leyenda que indicaba «Caso de Estudio» debía ser «Estudio de Caso» porque «así se le llamaba ahora», pese a que ella había indicado anteriormente no ser «especialista» (pedagoga, pues), nos daba su «experta opinión».

Ante la nueva ocurrencia que menciono al inicio, decidí validar el asunto. La respuesta que la IA de Google da como primer resultado lo explica todo:

Ambos términos, «estudio de caso» y «caso de estudio,» son correctos, pero se usan con ligeras diferencias: «estudio de caso» se refiere a la metodología de investigación (el proceso de análisis), mientras que «caso de estudio» es el objeto de análisis (el caso concreto que se va a estudiar), señala la FundéuRAE.

Un «estudio de caso» es un método para comprender en profundidad un fenómeno a través del análisis de un caso real, como una empresa o un paciente; es un método de investigación empírica que implica un análisis detallado de un caso específico para conectar la teoría con la práctica. Busca explorar, describir, explicar o aprender de un fenómeno complejo en su contexto real. Por ejemplo, el proceso de realizar un análisis para entender cómo una empresa específica gestionó una crisis de relaciones públicas.

Por su parte, «caso de estudio» se refiere al caso concreto que se está investigando, el objeto de análisis, para proporcionar una situación real que requiere sea estudiada. Por ejemplo, una empresa X y su crisis de relaciones públicas.

En resumen, el estudio de caso es la acción de investigar y el caso de estudio es el tema que se está investigando.