De la búsqueda de empleo y CVs (53)

Bien, por el momento la búsqueda ha cesado y en un par de días iniciaré en uno nuevo. Las últimas dos semanas fueron muy intensas con entrevistas y pruebas, y terminé con uno con quien inicié el proceso de selección hace dos o tres meses. Hay mucha demanda; eso sí, pero los procesos son largos y exigentes y muchos se detienen. Así que uno debe ser paciente, considerar el volumen de solicitudes y aprender a lo largo del proceso. Tarde o temprano uno termina con lo que hay y no tanto con lo que quiere.

Como en otras ocasiones he encontrado, hay reclutadores muy molestos (especialmente los indios). Le llaman a uno a toda hora para preguntar cosas que pudieron hacerlo en un principio, para validar cualquier cambio y para asegurarse que uno recibió la invitación a una entrevista (con ellos o con el cliente), sí uno ya la aceptó, para recordarle de la entrevista, para ver si ya se conectó uno a la entrevista y para saber cómo le fue a uno en la entrevista 🙄.

Hay entrevistas que resultan muy buenas para conocer gente y aprender de la experiencia. Pero también hay clientes que creen que, por «tener la sartén por el mango», se ponen arrogantes. Están los que preguntan cosas que definitivamente son muy particulares de su actividad, su infraestructura, su organización o su mercado, cosas que uno difícilmente podrá responder de forma aceptable para ellos, a menos que uno sea su competidor y que no desaprovechan la ocasión para hacer sentir mal (o humillar) al entrevistado.

Hay entrevistadores muy molestos que interrumpen continuamente, cambiando o refinando la pregunta o intentando o buscando que el entrevistado responda lo que el entrevistador quiere escuchar. Actitudes muy molestas también.

Finalmente, están los entrevistadores que se encuentran en un lugar con ruido, mala acústica (mucho eco o como si estuvieran dentro de un tambo) o con una conexión muy mala, en la que sus palabras se pierden. Están los entrevistadores que parecen estar atendiendo otras cosas y,la verdad, no creo que escuchen atentamente lo que uno responde. ¡Ah, sí! Están aquellos entrevistadores que comen y, con toda la boca llena, hacen sus preguntas.

Si bien las entrevistas de selección y las técnicas buscan encontrar al candidato idóneo (aunque parecen buscar al perfecto), lo cierto es que no es algo unilateral. Por supuesto que el candidato está en desventaja y debe aceptar las condiciones que desde las entrevistas se dejan ver, pero uno no debe olvidar que el proceso de selección le debe permitir saber a qué clase de organización e individuos uno «está buscando venderle su alma».

Siguiente

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.