Inicialmente sólo iba a ser una «entrevista». El potencial empleador con el que había aplicado por un posible empleo, después de tres entrevistas (dos técnicas y una «cultural»), quería tener una sesión «de preparación» antes de una entrevista final con el cliente con quien tienen un proyecto para el que le proveerán de recursos humanos. La reunión estaba planificada para ser una entrevista informal de 30 minutos, pero se volvió una amena plática de hora y media.
Resultó que, guiado por mi CV, el entrevistador quiso conocer más sobre mis actividades como profesor de posgrado. Le relaté algo de mis últimas actividades, que incluían la participación en el comité tutorial de un tesista cuyo trabajo se enfocó en hacer uso de una técnica de machine learning como una alternativa en un problema que tradicionalmente se resuelve usando programación lineal.
Al entrevistador le pareció relevante e interesante el tema, pues parece que ya tenía una petición o problema de aplicación similar por parte de un cliente. Así que le relaté la idea del tesista, quiso saber más de la implementación y de cómo se abordó, así como de mis observaciones, comentarios y opiniones al respecto. De ahí, la plática derivó en aplicaciones de la programación lineal en problemas de clasificación, áreas factibles de solución, Support Vector Machines (SVM), árboles de decisión, random forests y PCA. Realmente fue una buena plática. Mi esperanza e interés es que esta oportunidad prospere y termine en algo bueno, pues si esta plática refleja algo del tipo de trabajo y actividades que este empleador enfrenta de sus clientes, creo que sería algo digno para colaborar y aprender.

