Inevitablemente son los procesos de examinación. Un CV y documentación probatoria de un empleo o proyecto previo no son suficientes para conseguirnos un empleo, y creo que todos entenderemos esto. Aunque no nos guste, debemos probarnos y validarnos para demostrar que somos capaces para alguien que ofrece un empleo y que somos valuables para un puesto.
Como indicaba en el post previo, a veces el proceso no gira en torno a exámenes sino en entrevistas en las que la temática es descubrir qué tan tonto o qué tan capaz es el aspirante o candidato (aunque suene muy agresivo, pero es la cruda realidad). Entrevistas en las que a uno le interrogan mas que examinarlo.
No dudo que algunos consideren que es una examinación pobre o inválida, argumentando que esas entrevistas, guiadas o no por el CV, la descripción del puesto, o por algo que el empleador ha preparado (y que sean completamente fortuitas y a criterio del entrevistador), sólo agregan más elementos subjetivos a un proceso que se busca que sea objetivo.
Aunque para muchos estás entrevistas pueden ser preferibles a una examinación técnica (sin importar si éstas son más relajadas, como mencionaba en la entrega previa), la realidad es que tienen un mayor riesgo para el entrevistado: si no se responde como se espera (con las palabras o enfocándose en lo que quiere escucharse), si el entrevistado titubea, no entiende del todo la pregunta, o se extiende en sus explicaciones, en fin motivos muy subjetivos y a criterio del entrevistador no faltarán para dar un motivo y ser descartado. Así, uno puede responder pensando en lo que el entrevistador quiere oír o pensando en lo correcto que debe ser contestado y aún así fallar.

Así que, si bien hay gente que preferirá estas entrevistas a las rigurosas técnicas, éstas no garantizan ni proveen mejores oportunidades para ambas partes. Recordemos que son dos partes aquí que buscan interactuar: una buscando una oportunidad de empleo y crecimiento profesional, y otra buscando un recurso que cumpla una función pero que no afecte lo que ya se tiene.
Hay gente muy capaz (he conocido o sabido de muchas) que no puede pasar (o pasamos, me ha tocado) una prueba técnica por muchas razones, y ello no la invalida en su capacidad técnica. Similarmente, hay muchos que las pasan pero que no son capaces de otras cosas y el empleador pierde a alguien valioso en el proceso. Hay de todo.

