Reflexiones de un profesor de maestría (35)

El fin de semana previo a la escritura de este post. Tomé una invitación gratuita a un webinar sobre el uso de aplicaciones basadas en gen AI. El webinar estuvo a cargo de un indio muy platicón y «movido» (ya sea que fuera algo innato en él o aprendido). Lograba captar la atención y mantenía un buen ritmo en su presentación. Pese a la aparición de inconvenientes inesperados, pero no extraños al ser fin de semana (servicios lentos o sin responder), supo cómo sortear los obstáculos.

El speech del webinar giraba en torno a sacar el mejor provecho de las múltiples aplicaciones que existen en línea y que cualquiera puede usarlas (sean gratuitas o pagando alguna subscripción). Al final del webinar, mencionó que lo visto en los 90 minutos de este fue sólo una mínima parte de un curso intensivo de dos días que su escuela (de la que es fundador) ofrecía. Un curso en el que, por módicos $890 USD (y era precio de oferta), uno pasaba de ser un script kiddie a un profesional en el uso de estas herramientas, en palabras del instructor.

Creo que el ofrecimiento y la aseveración eran genuinos. Me refiero a que el curso bien puede enseñar a una persona a hacer uso de una de estas herramientas para competir contra un profesional (por ejemplo, competir contra un diseñador o desarrollador web, en montar rápidamente un sitio web, servicio o aplicación) al punto de eliminar una posición de trabajo. Sin embargo, si analizamos lo que un curso de esta naturaleza proveerá (y hay muchos de ellos), no deja de ser algo de mero uso (de mucho valor para un usuario final pero de poco valor para un desarrollador).

Al respecto de lo que escribí en el pasado post, acerca de aquello que los alumnos de una maestría profesionalizante esperan. Aunque este tipo de cursos es lo que muchos de ellos buscan, la mayoría está consciente de lo que demanda el grado académico que se confiere y así, el programa de estudios debe ofrecer algo más. Los problemas se presentan cuando la planta docente carece de conocimientos y habilidades al respecto.

Hace un semestre, en una revisión de avances de tesis, un alumno presentó sus avances de tesis. En la sesión, una de las sinodales se mostró particularmente interesada en que la redacción no incluyera «texto generado por una IA». Según ella, el trabajo del ponente incurría en ello y su reporte de originalidad (en el IPN usamos Turnitin para estos menesteres) no presentaba algo al respecto. El alumno fue algo esquivo, por lo que es posible considerar que sí haya hecho uso de alguna herramienta generativa.

Yo ya he externado mi opinión al respecto. Las herramientas generadas por la gen AI no difieren de las calculadoras, hojas de cálculo o software analítico o científico. La única diferencia es el alcance que ahora tienen. Mientras que estas últimas son ya vistas meramente como una herramienta de ayuda, se ve a la gen AI como algo que no es meramente «de ayuda» sino algo que sustituye, «que lo hace todo» y, por tanto, el estudiante «ya no hace nada».

Creo que aquí los docentes deben superar el shock generacional primero. El olvidarse de «yo tuve que hacer esto… ahora ellos deben hacerlo también». Si bien el estudiante ya no se quebrará la cabeza buscando expresar una idea, aún debe revisarlo y ajustarlo. Y considero que muchos docentes son hipócritas a este respecto. Muchos no leen cabalmente lo que el estudiante entrega, se abandonan al corrector ortográfico y al reporte de Turnitin, y no cumplen su parte de leer lo que el estudiante entrega. ¿Se sospecha que las 50 páginas que entregó las generó una IA? ¿Y? ¿Cuál es el problema con ello? ¿La originalidad? Para eso están herramientas como Turnitin, para evitar plagios. El docente puede ahora concentrarse en que lo que se cita no sea excesivo, como para considerar un plagio por citas excesivas o por reproducción de partes sustanciales; podrá enfocarse en revisar que lo presentado tenga sentido (igualmente, usar una IA para ello).

A pesar de todo, al final del día, nadie quedará exento de la sombra de uso o ayuda de una herramienta de gen AI, por lo que es mejor enfocarse en el resultado y evitar ser más papistas que el Papa. Al final, nos guste o no, estas herramientas serán lo que el día de mañana definan los empleos y su conocimiento y adecuado manejo, lo que defina el obtener un puesto en ello.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.