El proyecto en el que estaba participando con Google concluyó y mi empleador resultó poco útil para conseguirme otro proyecto. Desde la primera semana de febrero me tuvieron «en la banca» hasta el 8 de abril.

Según me comentó mi project manager, mi último día, Eviden no había recibido nuevos proyectos de Google desde febrero. Al parecer, un indio o un grupo de indios tomó control de la cuenta con Google o Eviden, y estaban dando prioridad a sus compatriotas, sacando a cuantos mexicanos podían. Él me decía que «la cosa estaba complicada».

Tras mi salida llegué a ver algunos anuncios en las bolsas de trabajo por parte de Eviden que me hicieron desconfiar de lo que me habían dicho. Pero, podría ser que también estaban buscando reducir costos corriendo a gente cara. Yo no soy particularmente barato.

La época no parecía muy propicia, a diferencia de lo que resultaron abril y mayo, meses en los que recibí ofrecimientos de varios reclutadores para participar en la selección de alguna posición o requerimiento de personal que tenían. A la fecha, tengo ya varios procesos de selección abiertos, he pasado varios escrutinios, assessments y entrevistas, pero aún no se concreta ninguno.

Así que, nuevamente me encuentro en estos menesteres. He tenido rechazos en alguna de estas etapas, más algunos rechazos desde la aplicación por alguna posición, cuya suma más o menos equiparo a la de los procesos abiertos. Claro, he aplicado en muchas solicitudes más, quizás algo así como la suma de los procesos abiertos y los rechazos. Espero poder tener resultados en alguno de todos estos procesos en el próximo mes y regresar al «servicio activo» pronto.

Las actividades en Google resultaron entretenidas. Hubo mucho aprendizaje, eso sí; pero también caos. La verdad no creo que podamos decir que Google se distingue por un trabajo ágil. Es una organización muy burocrática y paranoica. Google México me pareció mucho más caótica en la administración de sus proyectos. Podrían lograr más, pero son un desorden.