No hace mucho publiqué una entrada indicando mi respuesta a una amable invitación para participar en otro blog. En esa entrada publiqué una actualización de lo que ocurrió posteriormente.
Pese a mis intentos de contacto no he recibido respuesta, por lo que declaro ya muerto el asunto. Una lástima, pues se trata de toda una falta de respeto y actitud poco profesional.
Como escribí en esa entrada, pese a la molestia que genera este comportamiento y lo hecho, lo que más me duele es el trabajo perdido. No se trata de un escrito que fue generado en 10 minutos y con las ideas que a uno se le hayan podido ocurrir. Es un trabajo al que dediqué varias horas, investigando fuentes, cotejando ideas, unificando criterios. Trabajo que darlo por perdido duele más.
