Hace seis años leía en el Excelsior¹ de un sitio o servicio que proporcionaba información de lugares sobre distintos aspectos relacionados con la seguridad informática y que ahora se ha extendido para incluir el costo de vida y otros factores de riesgo². Recientemente me volví a dar una vuelta por el sitio web y noté su crecimiento y expansión. Resulta interesante como este tópico que preocupa a todos, pero que no se evalúa apropiadamente, puede ser objeto de un negocio en el que se vende información al respecto.

Muchas cosas cambiaron desde el 9-11. Antes el riesgo era algo que se veía en términos militares, policiales, de finanzas o seguros. Ahora es algo que se estudia desde múltiples campos y múltiples temas, principalmente desde el punto de gestión o de administración de proyectos. Existe incluso todo un corpus de conocimientos que no puede despreciarse y es una negligencia no considerarlo³.

Por eso, desde el punto de vista académico, los desastres ocurren por una negligencia u omisión, no porque sea algo que no podamos evitar. Hoy en día ya uno no puede argumentar que hay eventos fortuitos en la naturaleza que son inevitables y uno debe apechugar con las consecuencias, especialmente cuando se habla de desastres.

Sí, los eventos fortuitos son inevitables, pero no las consecuencias. Sólo es el costo de las previsiones o preparativos lo que limitan las decisiones de uno sobre hasta dónde puede uno permitir o esperar verse afectado por un evento de naturaleza adversa. En todo hay un riesgo, queda en nosotros hasta donde neutralizar o minimizarlo al menos.

 

Referencias

1. «Navegando con confianza,» Excelsior, sección Dinero, página 14,Ciudad de México, 2012.03.15. URL: http://excelsior.com.mx/periodico/flip-dinero/15-03-2012/portada.pdf
2. Sperling’s Best Places, web. URL: http://www.bestplaces.net
3. Hansson, Sven Ove, «Risk«, The Stanford Encyclopedia of Philosophy, Spring 2014 Edition; Edward N. Zalta, editor.  URL: https://plato.stanford.edu/archives/spr2014/entries/risk/.