Me da risa como muchos niños, jóvenes, incluso adultos, llegan a maravillarse con historias de ficción y fantasía en las que se relata como una leyenda dio origen a una gran civilización. Muchos incluso llegan a declarar que les gustaría vivir ese tipo de historias y reniegan de la contaminada ciudad en las que les tocó vivir. Yo no creo haber sido diferente y seguramente en algún momento debí llegar a desear haber nacido o vivir en uno de esos lugares.
Relacionado con esto, dicen que los viajes ilustran, pero muchas veces no es sobre el lugar al que uno llega sino el que uno ha dejado.
Durante un tiempo estuve viviendo en el condado de Miami-Dade, FL, USA; ahí tuve la oportunidad de conocer y platicar con mucho latinoamericano y gringo. Realmente no me topé con ninguno que hablara mal de México o de sus habitantes (salvo por las costumbres o civilidad vial de los capitalinos, lo cual no es de extrañar y secundo).
Muchos de ellos me preguntaban por los orígenes de la Ciudad de México o me indicaban que les maravillaba un lugar con tan rico pasado histórico (especialmente a los americanos, pues son una nación joven y conformada por inmigrantes). Yo, pues les relataba lo que creo cualquier niño de primaria sabe (de Tenochtitlan, del águila, la serpiente, el nopal, aztecas, mexicas, Cortéz, la conquista y demás). Ellos fascinados.
Fue en ese instante que me interesé por saber un poco más al respecto. Al hacerlo, me percaté de cómo estamos viviendo precisamente una de esas historias de como «una leyenda dio origen a una gran civilización». Lo cierto también es que pocos conocemos todo lo que está detrás del origen de nuestra ciudad… y de nuestro país.
¿Culpa de quién será? ¿De la SEP? Nop ¿Del Gobierno? Tampoco. De todos nosotros. Mientras que alas nuevas generaciones no se le enseñe la riqueza de nuestra historia, seguirán deseando ser o estar en otro lado. Y no hablo de enseñar meramente historia como se hace en las escuelas, sino de verdaderamente mostrarle a las nuevas generaciones todo lo que a este país le ha costado para poder ser lo que es y cómo lo ha conseguido.
Referencias
- Arturo Páramo, «Hogar de más de seis siglos«, Excelsior, Sección Comunidad, pág. 5, Año XCV, Tomo IV, Número 34282, México, D.F., 2011.07.16. URL: http://excelsior.com.mx/periodico/flip-comunidad/16-07-2011/portada.pdf


