De clasificaciones

El esquema de clasificación que adopté para catalogar las entradas en este blog es el DDC. Puede no ser perfecto (además de no ser enteramente de dominio público) pero creo que cumple bien con su cometido. Como cualquier otro esquema de clasificación u organización de conocimientos enfrenta problemas cuando algo puede, a vista del curador (clasificador) o del usuario, pertenecer a más de una categoría (los esquemas jerárquicos son los más susceptibles a ello), por lo que se aplica un consenso, una regla genérica y punto.

En el entorno bibliotecario es fácil entender la prácticidad del criterio mencionado. A menos que se cuente con un espacio muy grande (y un enorme presupuesto) para la exhibición (y la adquisición) de libros con múltiples copias de una obra que estarán en varios estantes catalogados en forma redundante (que además enfrenta el problema de ser una estrategia no replicable en todas las bibliotecas), el enfoque más práctico es catalogar una obra con una única clave que podrá ser replicada y compartida. La clasificación puede no ser perfecta pero cumplirá bien con su cometido con el objeto físico a catalogar: el libro.

Un libro no puede ser segmentado (incluso en caso de que sus temas pudieran ser claramente diferenciables) y cuenta con una superficie finita (y muy pequeña siendo el lomo de éste donde se coloca el número de clasificación) sobre la que podrían  anotarse todos los criterios de clasificación. Los medios digitales pueden liberarnos un poco de esto, aunque por herencia o compatibilidad se mantiene el criterio de unicidad de clasificación mencionado. En lugar de un esquema de categorías al que deba pertenecer o en el que deba archivarse algo (cual folder físico), los documentos electrónicos y archivos digitales pueden ser etiquetados y la etiqueta servir como elemento de búsqueda (e implícitamente de clasificación), logrando su múltiple ubicuidad de catalogación.

Este post inicialmente sería más breve y dedicado a tres temas bastante disímbolos, al grado de que estaría clasificado (por vez primera en este blog) en tres categorías (creo que uno o dos posts ya publicados pudieron ya haber sido catalogados en dos). Sin embargo algo curioso ha ocurrido. El primer tema ha crecido tanto que ahora me parece inapropiable desarrollar los otros dos en esta misma entrada y he optado por elaborarlos aparte. Tendrán su propia clasificación al final.

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