Un usuario de otro sitio que creé y sigo administrando me acusa de varias cosas. Es curioso como llega mucha gente a pensar, pese a que no hubiera evidencia que soporte las acusaciones como que hubiera evidencias que señalen todo lo contrario, una vez que la gente cree algo es difícil o imposible demostrar  lo contrario.

No diré que yo estoy libre de culpa. Yo también me he dejado llevar por el sentir popular contra los políticos y luego tuiteo en su contra sin mayor evidencia que soporte lo que afirmo. A éstos los acusamos de todo lo malo que podemos imaginar pero en la gran mayoría de los casos no podemos comprobar nuestras acusaciones. No es que los defienda pero, siendo justos, deberíamos tener evidencias reales y no «sentires» y suposiciones e lo que basemos nuestras acusaciones.

Nos quejamos mucho también de nuestro sistema de justicia, diciendo que no funciona (y sí tiene muchos problemas) pero tampoco hacemos algo para que funcione. Y no, no me refiero a que nos lancemos a la calle a manifestarnos ni que emprendamos acciones quijotescas para establecer un nuevo orden legal. Me refiero a que tenemos una percepción y un conocimiento muy pobre de nuestro sistema legal. Muchos de nosotros lo vamos conociendo conforme lo necesitamos y, como es de esperarse, muchos de nosotros no queremos problemas ni vérnoslas con las autoridades, ni como víctimas, ni como acusados. Así, es de esperarse que poco sepamos realmente de como funciona nuestro sistema legal.

Relacionando esto último con lo que inicié en este post, algo que al parecer desconocemos o subentendemos es lo relacionado con las pruebas o evidencias que pudiéramos tener para una afirmación o declaración. Es muy fácil acusar de algo a alguien pero probarlo es otra cosa. Y, si hay algo en lo que se sustenta nuestros principios legales es precisamente en aquello que prueba lo que afirmamos. Mucho consideran que tras una acusación el indiciado debe defenderse, sí,en parte pero antes debe el acusador demostrar lo que presume. Y demostrarlo no es hacer declaraciones en algún medio de comunicación. Desafortunadamente tendemos a acusar fácilmente y a adoptar las acusaciones hechas por otros, lo que enrarece mucho la atmósfera social en la que nos desenvolvemos.