Poniéndole límites al Facebook

Escribía hace rato en el Facebook que mientras que muchos se asustan por lo que éste llega a saber de ellos al sugerirles juegos, venderle productos o encontrarle amigos, yo hallaba muy molesto el asunto. El que una aplicación esté revisando mis registro de actividad en el navegador, o que de alguna manera averigüe por donde anduve navegando en la internet, lo encuentro invasivo a mi privacidad.

Citaba cómo en esta semana, después de buscar el libro de Sander Bais, «Very Special Relativity: An Illustrated Guide» y de hoy visitar un sitio gratuito de cómputo en nube, me topé con anuncios en Facebook sobre éstos

Anuncios en Facebook

y que no deja de ser «el estar viendo lo que yo hago». Molesto decidí ver como limitar esto (si es que se podía).

Aparentemente si se puede pero hay algunas cosas interesantes en el asunto. Lo primero es acceder a la configuración de la cuenta,

Configuración en el Facebook

de ahí buscar y seleccionar lo relacionado con la publicidad,

Opción en el menú de Facebook

 

con lo que uno llega a donde se administran estas cosas, en cierta medida

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ya que Facebook permite controlar algunas cosas pero hay otras que no. Resulta que la opción que yo buscaba no cuenta con una forma de editarla o controlarla dentro del mismo Facebook, además de ser algo controlado por terceros. El texto de esta opción dice que

Si no quieres que Facebook ni ninguna otra empresa participante recopile o use información basada en tu actividad en los sitios web, los dispositivos o las aplicaciones fuera de Facebook con la finalidad de mostrarte anuncios, puedes indicar esta preferencia a través de distintas organizaciones: la Digital Advertising Alliance en los Estados Unidos, la Digital Advertising Alliance of Canada en Canadá o la European Digital Advertising Alliance en Europa. También puedes modificar la configuración de tu dispositivo móvil para dejar de ver estos anuncios.

Visité la DAA y encontré que había 118 compañías participantes de un programa de recopilación de datos conductuales, que sabían del «estado de mi navegador», de las que me dí de baja. Visité la DAAC, que parece compartir registros con la DAA, y también visité a EDAA (aunque en esta última parece destinada a gente que reside en Europa). De cualquier modo resulta interesante saber esto, ya que puede servir para otras redes sociales o aplicaciones. Claro, no evita que haya aplicaciones, redes o productos que no interactuen con estos recolectores de datos o que haya recolectores que no estén en estas listas peor ayuda a limitar el problema.

En fin, me dí de baja de lo que pude. Habrá que ver si esto funciona o si meramente se trata de un buen propósito que no puede contra la voracidad de los comerciantes y del mismo Facebook.

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