Sueños de ballenas (2)

¿Por qué realizar el doctorado? Bueno, hubo varias cosas y situaciones de por medio. Ya lo venía considerando desde hace varios años pero no me había decidido por ello hasta finales del año pasado.

Tras la salida de Banamex, el futuro laboral que contemplaba, sin considerar que pudiera ser en una posición de liderazgo o no, esencialmente implicaban iniciar nuevamente una carrera desde cero. Dada mi experiencia y escolaridad difícilmente me veía nuevamente trabajando como programador o analista, pero no descartaba del todo el escenario. Tampoco me animaba nada la idea de nuevamente tener que soportar las exigencias de un jefe (por lo general menos capaz que uno) u organización a sabiendas que, como un nuevo miembro en el equipo, uno debe «hacer méritos.»

Durante 2012 decidí explorar algunas ofertas de trabajo que se veían interesantes y muy bien remuneradas. Algunas de ellas requerían una certificación en alguna técnica o método de dirección, liderazgo o administración (por ejemplo, el contar con una certificación en CMM, PMI o Java). Salvo por el costo que éstas implicaban, no le veía mayor problema en trabajar en buscar alguna de ellas, si así debía poder reunir los requisitos necesarios para un empleo que no implicara tener que «arrastrar el lápiz» de nuevo. Sin embargo en mi interior algo no se llenaba. Una vocecita en mi interior me decía que era «mucho por poco.»

Otras de las ofertas de trabajo, requerían que el candidato poseyera una experiencia comprobable en un puesto de dirección o contara con un doctorado, esto último era lo que empresas extranjeras más demandaban. Una de estas ofertas que me resultó extraordinariamente atractiva la encontré en septiembre del 2012 en el CIC, en una seminario de reclutamiento patrocinado por Oracle en el que buscaban recién egresados de maestrías y doctorados. Se trataba de la posibilidad de empleo en el centro de desarrollo que Oracle posee en Zapopan, Jalisco, prácticamente idéntico al que cuentan en California y cuyo ambiente de trabajo parece muy similar al que hemos conocido de Google por esos powerpoints que circulan por correo, y que prácticamente muestran un salón de juegos. Demasiado atractiva para ignorarse y no aplicar por ella, aunque eso implicara mudarse a Zapopan. Tras un examen, enfocado a un desarrollador de software (estructuras de datos, algoritmos, trucos de programación), nos indicaron que sólo los primeros 10 primeros lugares serían entrevistados. Mi nombre fue el segundo en ser anunciado (nada mal considerando que mis 10 últimos años en Banamex fueron más administrativos que «productivos») y me hizo acreedor a una camiseta y un frisbee. Desafortunadamente Oracle buscaba recién egresados. Aunque se mostraron interesados en mi perfil por la experiencia profesional que tengo, esencialmente hasta ahí llegó el asunto.

Durante el 2012 también busqué hacerme de más horas de clase o mejorar mi posición en la UPIICSA pero el proceso resultó tortuoso, nada claro y muy lento (y hablo de años, al decir lento). Adicionalmente, también para algunas posible promociones el contar con un doctorado fue un requisito que volvió a surgir.

Así que, mirando al cielo, un día dije. «Okay, okay, ya entendí. Debo hacer un doctorado«.

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