Las transas de La Comer (1)

Traía esto ya pendiente de cierto tiempo. Me había tardado en escribirlo porque estaba ocupado con otro asunto del que pronto liberaré el correspondiente post. Y, sí, es el primero de varias entradas relacionadas con algo que no está del todo bien en lo que hace la Comercial Mexicana (y sus subsidiarias como Sumesa) al vender productos, algo éticamente muy cuestionable. Como decimos los mexicanos, acciones que sólo pueden ser calificadas de «transas«.

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Como todos sabrán, la Comercial Mexicana se alió con otras empresas, entre ellas American Express (que lamento esté embarrada en esto porque si hay una compañía que aún respeto y de la que tengo prácticamente pocas quejas, es American Express) para unirse a un esquema o estrategia comercial de premios por lealtad de sus clientes (entiéndase puntos) denominado PayBack, substituyendo su anterior «monedero naranja» por el ahora monedero de PayBack.

Bien, el caso es que a raíz de este cambio muchas ofertas se han venido ofreciendo relacionadas con el intercambio o ganancia de puntos: «compra estoy te doy tres puntos«, «compra aquello y te doy 10 puntos«, «cambia tus puntos con x descuento«, etcétera. Uno no puede evitar cierta atracción  por sus avisos y otorgarle así cierta preferencia a esta cadena de tiendas para comprar los productos promocionados. Uno piensa que resulta un buen negocio, aun cuando pudieran resultar ligeramente más caros que en otros lugares.

Adicionalmente, resulta mucho muy cómodo pensar que gracias al dichoso monedero electrónico, uno va acumulando punto tras punto, poco a poco, para que después uno pueda disponer de ellos y comprar cosas. Tan fácil como presentar el monedero, que adicionalmente es solicitado por el cajero en caso de que uno no lo muestre.

Sin embargo, hay cierto truco en el asunto. Resulta que hace un par de meses caí en cuenta que muchas de sus ofertas de bonificación de puntos adicionales requieren acudir al departamento de servicio a clientes para que la bonificación surta efecto. Así es, con mostrar el dichoso monedero no es suficiente. Uno debe ir con su ticket para que le abonen los puntos; una bonificación que en muchos casos tiene una vigencia de 5 a 7 días. Tiempo en el que uno muchas veces ni siquiera llega a revisar el ticket (y a lo que creo la misma Comercial Mexicana apuesta)

Seamos sinceros, ¿quien revisa su ticket de compra? No dudo que no haya gente que lo haga, pero son pocos que lo hacen regresando a casa (ya cansados de hacer las compras lo último que uno quiere es ponerse a revisar tickets). Menos, creo yo, son quienes lo hacen al salir de la caja o tienda. La mayoría confía en lo que uno ve en las pantallas de las cajas registradoras (a lo que uno si presta atención para que no lo transen, como ya escribí en una ocasión anterior). Asimismo, uno confía en que al proporcionar el monedero electrónico al cajero, todo aquello que prometen abonarte debería ser así, ¿o no? ¿No suena lógico? Del resto de consumidores, quienes revisan sus tickets, ¿cuántos regresarán a tiempo para hacer efectiva la bonificación de puntos?

Así es,  la Comercial Mexicana apuesta a nuestra natural confianza (o tal vez desidia como consumidores para revisar nuestro tickets de compra) en que lo que nos dicen, harán; y en las probabilidades de que uno al final deba efectuar acciones adicionales en caso de percatarnos de ello. Uno, seducido por sus volantes y anuncios de promociones compra con ellos, pero ellos ponen ciertos pasos adicionales de los que uno se entera hasta el final, apostando a que el consumidor no hará y así ellos terminan ganando. Ingenioso, ¿no?

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