Estados de Cuenta

Los estados de cuenta son, por lo que entiendo, algo obligado por ley. Es la forma en que el cliente valida en cada periodo de cobro (sea el tiempo que éste comprenda) que lo que haya ocurrido en éste y por lo que está pagando (o se le cobrará) sea lo que el cliente haya usado o autorizado consumir del producto o servicio contratado. Tratándose de la telefonía móvil de prepago, siempre me he preguntado por qué no se les exige a los proveedores de estos servicios que proporcionen un estado de cuenta al contratante del servicio. Después de todo sería algo con lo que se verían obligados a solicitar comprobantes de domicilio e identificación. Podría inclusive servir para que la telefónica se negara a proporcionara el servicio si quien busca adquirir el servicio no se identifica apropiadamente o a cancelarlo si los estados de cuenta comienzan a ser devueltos por resultar falsa o equivocada la dirección proporcionada. Sí, podría pero es algo que no harán.

Las telefónicas y distribuidores de sus servicios y celulares seguirán vendiendo teléfonos y líneas (números) mientras a las autoridades les valga quién los contrata y para qué propósito. Ciertamente elaborar y mandar un estado de cuenta debe resultar costoso pero sin duda es mucho más barato que lo que cuesta la venta y contratación de sus servicios (publicidad, labor de venta, procesos de alta). Las telefónicas son a final de cuentas negocios y mientras haya dinero de por medio y ninguna reglamentación que se les exija cumplir, seguirán ofreciendo sus servicios de la forma en que les permita seguir haciendo más dinero: sin mirar a quién y manteniendo en la obscuridad sus cobros.

Los estados de cuenta, al menos para el caso de Telcel (aunque puedo suponer será lo mismo para las demás), se manda sólo a los subscriptores de un plan. Sería de suponer que para los usuarios de prepago, la ausencia de un estado de cuenta está fuera del alcance de esta modalidad so pretexto de mantener el costo del servicio bajo. La verdad es que el cobro del tiempo aire en planes de prepago siempre ha sido muy obscuro. Uno sólo ve consumir el saldo de su línea (a muchos ni les preocupa y simplemente abonan más dinero cuando se acaban su saldo, es cierto) pero dada la voracidad de las telefónicas sobre los planes de contrato (que son exageradamente caros para quienes no se la pasen pegados al teléfono celular la mayor parte del día), el que no se mande estado de cuenta uno lo canjea por el hecho de tener un servicio a un precio más accesible.

Recientemente, a punto de finalizar el paso inicial de la iniciativa de Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, la RENAUT, varios medios han hecho ver que ésta no está siendo tomada en serio, aplicada y que adolece de muchas fallas, profetizando un fracaso. Creo que una parte fundamental, para su logística de implantación y funcionamiento, debió ser primero meter en cintura a las telefónicas, empezando por el estado de cuenta principalmente. Eso de pedir el registro nada más por pedirlo da mala espina y deja dudas de para qué piden datos personales cuando nunca antes fue hecho. El Gobierno debe aprender algo más de marketing antes de sacar sus iniciativas. En un país donde la ley se respeta tan poco, la promulgación de una nueva ley poco vale.

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