La administración del tiempo

Las ideas sobre cómo administrar mejor nuestro tiempo no son nuevas. Cursos sobre administración y uso del tiempo han sido ofrecidos a profesionistas y ejecutivos desde hace ya algunas décadas. Cursos que, basándose en diversas ideas, experiencias y conceptos, exponen métodos y técnicas para desarrollar disciplinas y habilidades que permiten maximizar la productividad personal a través de la organización de la agenda y el manejo de pendientes. Aunque en un inicio el mercado de estas ideas era visto como más propio del ambiente profesional y de negocios, hoy en día abarca entornos más personales. Ya no es algo que sea exclusivamente requerido por una actividad laboral sino que podemos considerarlo una consecuencia de nuestro ritmo de vida y puede requerirlo cualquier persona, profesionista o no. Inclusive, ya no es algo que sea sólo para un individuo, el manejo del tiempo es un antecedente para la administración de proyectos.

La gran cantidad de información a la que somos expuestos por la enorme cantidad y variedad de canales de comunicación existentes, la facilidad para interactuar con otras personas por medio de éstos y lo que surge de estas dos pone a prueba nuestra habilidad para organizarnos y nuestra capacidad productiva. Somos víctimas de la misma automatización que creamos para facilitar nuestra vida. Tarde o temprano nos vemos obligados a revisar el porqué ya no podemos atender compromisos o realizar actividades y buscar una forma de organizarnos mejor.

¿Cuándo ocurre o cuándo deber ocurrir esto? A menos que nos estemos preparando para una actividad que así nos lo demande, por lo general, la administración del tiempo es algo a lo que recurrimos cuando nos percatamos que algo no está funcionando; cuando comenzamos a perder citas, cuando olvidamos hacer algo a tiempo, cuando nuestros buzones se llenan de correspondencia o las revistas comienzan a acumularse en nuestro escritorio; cuando ya es tarde. No todos se percatan de ello. La administración del tiempo es una necesidad no una formación.

Administrar el tiempo es una actitud correctiva y proactiva. Se trata de ya no repetir errores, de buscar mejorar y hacer más. Mucha gente no lo necesita, gente que es por naturaleza organizada y metódica, o bien su capacidad productiva está en balance con su vida activa. Mucha gente no se da cuenta que lo necesita. En general, si nos preguntamos cuándo o por qué debemos adoptar una técnica de administración del tiempo es posible que pertenezcamos a uno de estos dos grupos. Es un requisito, para administrar el tiempo y para su efectividad, que el individuo decida adoptar una mejor forma a cómo actualmente se organiza, el buscar tratar de hacer más porque se sabe que puede hacerse más.

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.