El Excelsior publicó una nota el pasado domingo en la que se menciona que el Gobierno Federal estudia la posibilidad de implementar una certificación o verificación para poder hacer uso de las carretreras. No dudo que, para la mayoría, esto les parecerá una medida más para sacar dinero por parte de nuestro gobierno. Yo no creo que esto llegue a prosperar pero en el remoto caso de que así fuera, habría que exigir en reciprocidad que el mismo Gobierno Federal garantice el estado de las carreteras para estar a la altura de automóviles en buen estado mecánico.
Claro que en el fondo, bajo el argumento de garantizar la seguridad de propios y extraños, la ocurrencia podría ser buena pero, dejando a un lado las percepciones, hay aspectos prácticos de esta «idea» que me dejan algunas dudas. ¿Cada cuánto se harán las verificaciones? ¿Qué garantiza que una vez aplicada el vehículo continuará en dichas condiciones? ¿Qué tanto ayudará esto cuando es el conductor lo más peligroso?
Sobre el sentido común que debería imperar en nuestras autoridades antes de lanzar «ideas» ya ni escribo. Es caso perdido.
