El mundo del iPhone es muy extraño. Por una parte tenemos la asombrosa cantidad y diversidad de aplicaciones -que no hacen mas que recalcar las ilimitadas posibilidades de uso de este celular- y, por otra, es asombroso que ante tanta sofisticación existan carencias tan básicas que impidan sacarle provecho como a cualquier otro PDA (provecho que PDAs incluso de menores prestaciones o más antiguos proveen más facilmente).
